«Wrath of the Demon» – Un gran wannabe

Wrath of the Demon

Wrath of the Demon
1990
Cybercube / Readysoft
Atari ST (versión comentada), Amiga 500, Amiga CDTV, Commodore 64, DOS

No se suele reconocer pero Shadow of the Beast de A500 marcó un antes y un después en la forma de entender el videojuego. Su estudiada sobriedad, el feismo escénico, esos toques de medievo surrealista, las panflutes de la banda sonora y, sobre todo, la puesta en escena de las mil y una pirulas de las que era capaz de realizar un Amiga pusieron muchos puntos sobre muchas íes y dejaron claro que había otra forma de hacer videojuegos más allá de gráficos divertidos y masacres de razas alienígenas interestelares.

Un hermano bastardo claramente inspirado en Shadow of the Beast fue Wrath of the Demon, publicado por Readysoft y pasado a Atari ST por Cybercube en 1990, un ni chichi ni chachi que iba más allá de Shadow of the Beast 2 pero se queda corto respecto a la primera parte del SOFB. El juego prometía mucho, cuatro disquetes, uno de ellos dedicado solo a las escenas cinemáticas de la intro, algo muy bruto en la época, gráficos mazacotes, scroll parallax y musicaza a tutiplén, dibujacos para enmarcar aún la inferioridad respecto a la versión original de Amiga, un SOTB a priori más chulo pero, ay, cojo como un palomo, mal amachambrado, largo y tedioso como un día sin pan, dinámico en su inicio y pesadamente aburrido y repetitivo después, como un grupo hippie alargando en un concierto en directo una canción hasta los siete minutos y medio, una máquina de crear bostezos.

Fastidia ver algo así porque WOTD podría haber sido el reflejo puro y brillante de SOFB y habérselo comido con patatas, empezaba mejorándolo, siendo lúdicamente más variado y argumentalmente más comprensible pero enseguida se caía a cuatro patas, se metamorfoseaba en un SOTB venido a menos, cuatro enemigos por aquí, pinchos rarunos enormes que salen del suelo por allá, correrías en mazmorras de un lado a otro por acullá. La conversión a Atari ST también olía a rancio, con esporádicos sonidos digitalizados que interrumpían las melodías chiptuneras o con fases en las que la sonoridad chip era sustituida por ficheros MOD amigueros, todo así como muy mezclado y agitado, todo así como que, mecachis, podría haber sido pero no fue.

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