Kiai Resonance
2015
PC
Absorb Reality
El duelo seduce porque se acoge a una narrativa atómica: la aparición, el embate, la caída; la pieza de Tetris surge, se deposita tras varios empujones, el contenedor estalla, repleto. Fascina el enfrentamiento entre personalidades, ideologías, caracteres. El duelo derrota, finiquita, borra, extermina. No hay marcha atrás, no hay escondite, no hay giro Shyamalan; aquí y ahora.
Los belgas Absorb Reality componen un lienzo nipón: Kiai Resonance hace referencia a uno de los tres únicos golpes del juego, ese que eleva la catana por encima de la cabeza justo antes de descargar el rayo sobre el otro con un grito liberador. Otro de los golpes es directo, catana al frente; el último esconde el arma a la espalda, dispuesto el contraataque. No hay más. La diversión consiste en deleitarse en la gimnasia bélica, en la finta, la contrafinta y el ai se eu te pego cuya samba se acentúa al jugar con el amigo.
El ritmo lento te susurra que no estás ante otro Nidhogg. No hay modo historia, ni fases. El entrenamiento es corto: espantar fantasmas, cortar bambú. Sólo dos personajes eligibles, sólo cuatro escenarios, dos de ellos -las ondas del estanque de los pescadores, el humo del tabaco fumado por los campesinos que recogen la siembra- eso sí, preciosos.
Kiai Resonance es un producto pequeño, recogido, ese jarroncito que aceptaremos a la tercera, esa hoja que cae sin ser vista, esa rastrillada zen, esa mirada casual al cuadro del pasillo, ese trago de agua que no saborearemos. Kiai Resonance es el debería tal, la pausa vital hurtada, la mano que sacamos por la ventana para que se meza, la pregunta que nunca nos hacemos por miedo a emular el anuncio de compresas. Como un azucarillo se disolverá en nuestra memoria lúdica: un recuerdo escueto que olvidaremos sin culpa, pues cómo culpabilizarnos por olvidar que respiramos. Me gustaría viajar a Japón mientras vemos el Callejeros Viajeros dedicado a Tokyo. Qué bonita es Tokyo, ¿verdad?, diremos levantándonos del sofá para empezar a hacer cosas importantes, como preparar la cena.
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