Dying Light
2015
PC, Xbox One, PS4 (versión comentada)
Techland
Enterrada durante décadas en una mímesis acomplejada de la industria de Hollywood, la narrativa de videojuegos está encontrando por fin el camino hacia la superficie. Ya tiene un brazo fuera, así que el proceso es imparable y la sed creativa por explotar las virtudes de la interactividad llena de ambición e ilusiones las cabecitas febriles de muchos desarrolladores. Y aun así, cuando se trata más de alcanzar números que de explorar ideas, el medio sigue cayendo en los vicios más tristes del cine. Historias perezosas, puestas en escena sin alma, personajes sacados de una alacena llena de tarros perfectamente etiquetados, y quizá el más sonrojante de sus rasgos: un hedor a racismo que tira de espaldas.