Aunque a nosotros nos caigan simpáticos y les demos sección propia, los videojuegos basados en películas tienen una muy merecida fama de productos apresurados y sin corazón, encaminados sin disimulos a exprimir al fan lo poco o mucho que su paciencia aguante. Todo lo contrario que las películas caseras, parodias y machinimas, teóricas falsificaciones a las que se podrá acusar de todo menos de falta de amor por el producto original. El vídeo de hoy pertenecería al último grupo, y consistiría en una pirueta complicadísima que (agárrense) traduce al lenguaje de los 8-bits los momentos estelares de Kick-Ass, película que a su vez adaptaba un tebeo que se esforzaba lo indecible en trasladar a entornos realistas las convenciones del cómic superheroico. Con cada cruce de códigos se han ganado y perdido matices, ha habido al menos un volantazo conceptual y al final quedan tres encarnaciones muy diferentes de la misma historia, cada una con sus propios hallazgos y errores. En concreto, este Kick-Ass-que-nunca-existió tiene el mérito de seguir de la mano a la película y parecer en todo momento un producto original, el vídeo de una partida que te hubiera gustado jugar hace un par de décadas, tirado después de la merienda frente a la tele culona del salón.
Quizás porque hay algo en la historia que casa tan bien con los videojuegos como con el cine y los tebeos.
Quizás porque ningún encorbatado ha tenido que ver en su producción.